24 versos a Felicidad

Me cayó un paquete del cielo con un cd y un cuaderno precioso (en verdad Precioso Iva. No sé cómo agradecerte), la comida estuvo excelente, de nuevo voy a verla, de nuevo vamos a ensayar  ( mi canción), encontré una chica linda, volvió la inspiración, el día estuvo apacible y soleado, reafirmación de amistad, encontré una bella historia, me siento bien a pesar del insomnio, la noche está hermosa. No me preguntes si estoy feliz. Estoy feliz aunque no veas la sonrisa en mi cara.

                                                                         ***

La noche es silenciosa y me mira
con aquellos ojos brillantes y antiguos
que se ordenan en constelaciones.
A lo lejos alguien suspira:
somos uno en los tiempos.
¿Importan las ambiciones?

Él soñaba y de pronto sonríe
en el vuelo de tu escencia
que incita mi alma a la algarabía.
le pido a Razón que no se fíe,
pero lo hiere su antigua presencia
y tu lejana cortesía.

En mis rostro no está ella,
pues le ofrecí un cuarto en mi alma.
No espero que se quede mucho.
Quiero que parta en una botella
hacia ese mar en calma
desde donde voces escucho.

La reuní con su vieja amiga:
Soledad. Charlaron un buen rato
sobre mi en un cuarto obscuro.
Preocupación de destello prematuro
(Risa): rostro insensato.
Linda antigua amiga.

Hombre dominante

Sigo siendo el alma en pena

que tus tierra cubrió: amó.
Flotando en el espacio
veo al que sueña,
me empuja el que soñó 
y muero más despacio.
Tus miasmas ya no están 
y el azul del cielo
llega y me sonríe.
Mi cuerpo va y fríe 
el fuego con tu velo:
tus gusanos ya no están.
Anhelo tu dominio
que rompe el azul.
Me mata cada día.
Anhelo tu dominio:
hoy odio este azul,
dolor es vida mía.

Yuxtaposición.

-Ella vivía en aquel cerro que ahora puedes ver. Con la luz de la luna llena brilla de una manera impresionante.
-¿En serio?
-Si. De hecho en las épocas remotas se le consideraba un lugar sagrado.
-¿Qué tal si vamos?
-¿Ahora mismo?
-Si.
-Te sigo.
-¿Neta?
-Hasta el fin del mundo.
Hacia tiempo que ella había querido una relación seria por una vez en su vida. Las mujeres necesitan seguridad, pero todos tenemos cierta sensación de querer una estabilidad cuando tenemos diferentes vivencias… e inestabilidad cuando todo nos parece monótono.
Él la había encontrado después de mucho tiempo. La moneda había aumentado dos ceros para que no pareciera tanta la inflación y él no se fijaba en las cosas no tan importantes.
Pero ella tenía un fan.
Ahora los veo subir el cerro.
Es bella, siempre ha sido bella. Cuando era niña fue utilizada en uno que otro comercial. Con el tiempo ella no quiso seguir el camino de ser conocida por las personas. Nunca me pude explicar cómo acabó en los brazos de ese tipo.
Camino por el terreno que tiene muchas piedras sueltas. Mi peso y la buena tracción de mis botas no me dejan caer cada que una de esas piedras tratan de intentarlo, y puedo ver su rojo cabello.
La conocí cerca de donde ella estudiaba. Yo siempre he pensado que una mujer inteligente es de lo más atractiva. En ella antes vi lo atractiva que lo inteligente. Y es que  su cabello negro y enmarañado le daba un marco perfecto a su fino rostro rematado en centelleantes ojos verdes que dejaban caer traslúcidas pecas en sus pómulos.
Caminan por la vereda, se toman de la mano, se abrazan, se besan y se aman a cada instante. Después de este tiempo en la obscuridad se me hace mucho más fácil distinguir los obstáculos en mi camino. Siempre me ha gustado este juego de el cazador y la presa. Una vez ella me dijo que era un instinto que preservamos por ser depredadores, que quizás era la causa de no poder erradicar la violencia.
Yo nunca la he amado, eso le he sabido desde aquel terrorífico día. Mis tenis resbalaron en el agua y caí, caí, caí. Frente a ella lancé todas las injurias aprendidas hasta los doce años que cargaba. Supe que no podía amarla. Ella era demasiado y nunca le podría confiar.
Han llegado a un claro que tiene un prado digno de un descanso. Puedo ver a los dos sobre la hierba, jugueteando, acariciando, besando, jadeando, gritando, gozando, durmiendo.
Aquella vez caí y mi pie se dobló. Ella fue la que llamó a una ambulancia. Mi fractura fue seria. Ella se convirtió en mi amiga y estuvo conmigo mucho tiempo de mi dolor, más tiempo que nadie. Fui feliz algún día cuando era joven y podía ver el verde de sus ojos a la distancia que ahora estoy.

Está amaneciendo y ahora puedo ver de cerca, muy de cerca, sus cuerpos. El azul  reina la cúpula sobre nuestras mentes y la serenidad nos envuelve en su azul.
Él está sobre ella. Creo que todavía tienen una sonrisa en su rostro. Levanto el masculino cuerpo y el rojo fluye de sus vientre rompiendo la armonía.

El cerrito.

Pequeñas crónicas I

De nuevo salía del subsuelo
con el perfume de la ciudad cansada,
y creí ver a mi amada.
Sólo era una muñeca con un velo.

Fue impresionante ver de nuevo las estrellas en el Distrito Federal. Hace mucho tiempo que la contaminación no me había dejado verlas y de repente me sentí más iluminado que de costumbre al caminar en estas aceras donde todos se cuidan de todos.

Y es que su perfume me tomó
por el cuello y comenzó a arrastrarme.
Sentía que ella nació para besarme
cuando el fango me despertó.

No recordaba la última vez que había ido a ese castillo de la Ciudad de México. Y es que ese jardín es como algo que siempre estuvo, creo que en mis sueños. Al final las historias de esta tierra son mías. Como diría ese grupo de músicos semirevolucionarios colombianos, esto es mío. Ahora es que retomo el sentido de la amistad, eso que te lleva cuando ya no tienes fuerzas de seguir y que puedes encontrar en muy  pocas personas. Puedo contarlos con los dedos de una mano y me corto más de un dedo.

Tomé su mano de hombre y lo dirigí
en el camino al que él me llevaba.
Por dentro me veía y lloraba
al no explicarse cómo sobreviví.

En el metro ponen música tranquila para la gente que va con tensión por todos lados. Sin embargo a mí no me ayuda en nada y tuve que correr para no oír ese principio que me parece tan aterrador y al mismo tiempo me reía. No quiero llegar a ser algún día como los zombies que veo todas las noches al regresar. Sé que están cansados, pero también sé que no pueden ver la belleza de cada uno de sus pasos.

Tres veces la besé con la mirada
y ella recibió cada uno de los besos
acariciando mi mirada.
Nos alejaron los pasos.

Vi de nuevo a aquella chica, pero no como la primera vez. Ahora estaba acompañada y nerviosa, deslizándose en la obscuridad, tomando su mano, tratando de evadirse. La primera vez que la vi salía el Sol y su luz se deslizaba por su rostro, estaba sola tan sola como en verdad es como siempre será, la miel en su mirada destelló y me tiró de un zarpazo, mientras ella trataba de convencerse de que todo va estar bien después de aquel error. Creo que no se ha solucionado su vida. Espero me recuerde tan de vez en cuando como yo la vuelvo a ver como aquella vez.

Ayer me dijo un ave que volara…

Añadir leyenda

Camino hacia el Castillo de Chapultepec.

Armando me contó un cuento

…Well, shake it, shake it, shake it baby now…
Y Los Beatles descargan toda su energía en esta canción, que recuerdo que escuché por primera vez en un taxi.
La verdad es que esta es sólo para no perder la costumbre. Últimamente he estado platicando mucho con Armando. Es que volví a hablar con Anita (aunque sea por Facebook) y estuve pensando en esto de perder a tu mejor amiga  y de repente se me vino a la cabeza que Santiago adora a esa niña, yo sólo quería aconsejarle un poco, pero es muy cobarde cuando de sentimientos se trata. Pero es que sólo no quiero que se repita esta historia en donde se pierden dos personas que alguna vez se quisieron, estuve pensando mucho en eso.  Ese ha sido el tema con Armando, pero creo que no  vale la pena aburrir a alguien con mis meditaciones filosóficas  y todo eso. Por otro lado, creo que si ese alguien esta leyendo esto es porque no le parecería tan aburrido, pero mejor una historia.
                                                                    ***
Si llegas al estado de Tabasco puedes encontrar el principio de la selva mexicana. En aquellos tiempos las personas que habitaron cerca de aquel maravilloso lugar conocieron la historia de dos hipopótamos azules. Ahora los podrías tomar por animales míticos, pero yo estuve ahí y sé que en verdad existieron, ahora existen en otro lugar simplemente.
Crecí en aquellos lugares a los que habían llegado mis antepasados y poco a poco habían formado un lugar estable. Una vez me asuste mucho al ver mi rostro tallado en una piedra… aquella vez.
Recuerdo cuando ví a los hipopótamos azules por primera vez, la iba siguiendo a ella. La había visto tiempo antes en la aldea pero ya no recordaba su nombre, recuerdo incluso que llegué a hablar con ella escondido del sistema que decía que si hablabas a solas con una chica es que tenías que tomarla por esposa. No me hubiera importado casarme con ella, en ese tiempo sé que a ella tampoco le hubiera costado, pero las cosas se dan cuando se dan. Y llegamos hasta aquella cueva del lago subterráneo. Yo sabía que ella iba de vez en cuando hacia allá, pero creía que era sólo para doblar en el gran ahuehuete e ir al río, pero no era así. Ella entró a la cueva y se adentro hasta llegar al lago, como si supiera que yo estaba allí, poco a poco fue bajando sus vestiduras por su cuerpo y peino su cabello de manera que resbalé por la piedra tan lisa de aquel lugar.
Cuando desperté vi su bello rostro frente al mío y, para mi sorpresa, las vestiduras aún estaban en el húmedo suelo de aquel lugar. Ella me invitó a bañarme en aquel lago, siento haber aceptado por aquellos animales.
Los dos nos enamoramos al tiempo que pasaban a nuestro lado hipopótamos azules los cuales disfrutaban de nuestra feliz presencia en aquel lugar.
Poco a poco fuimos dejando la aldea hasta que nuestro hogar fue la cueva de los hipopótamos definitivamente. Todas las mañanas nos despertábamos mutuamente con besos, no bañábamos y salíamos a buscar la comida del día. Aquellos amigos azules eran diferentes a todos los demás animales.
Todos los días hacíamos el amor, reíamos, cada pequeño  fruto era un banquete para los dos y los amigos azules sólo nos observaban. Nos observaban, pero su mirada no nos molestaba, es la mirada que sabes  que te admira y quiere ser como tú y te elevas.
Viviendo en una cueva sobre las nubes del amor y la admiración de los demás habitantes, vivir entre besos y belleza, belleza que nunca antes vi, que sólo ella mi hizo ver; y el agua se volvía azul al tiempo que parecía que se estaban lavando  los amigos.
Pero todo termina. Un día que entraba a la cueva con la sonrisa de siempre oí el grito más agudo que nunca volveré a oír y corrí con todas mis fuerzas al centro de nuestra morada. Sólo pude ver el rostro horrorizado de mi amada, y volqué mi mirada hacia el punto que ella contemplaba. Allí estaban, Todos los hipopótamos, en un gran abrazo, grises y muertos. Habían aprendido a amar.
Ella saltó al lago y nunca más volvió.

Quizás es que no tomamos matrimonio como era debido, y por eso que que hasta ahora no he muerto.

Nada que perder (2)… gracias al señor Miguel de Unamuno

Fui a la primera tocada de una banda llamada «La Parte». Llegué a la hora acordada a la estación del metro Deportivo 18 de marzo. Después de esperar mucho por fin llegó Carlos. Me alegró verlo bien y poderle contar mis patoaventuras.
Tocan muy bien, sobre todo el guitarrista que vomita sobre sus amigos cuando beodo es.
Esas chicas eran algo lindas, pero ahora creo que he madurado un poco, y tratar de volver amis raíces, nunca olvidar que vengo de un barrio en donde la cultura urbana creo una personalidad yuxtapuesta en poco tiempo. Y por eso es que he vuelto a oír mi rap:
… sentado
en medio de veinte millones de seres humanos
la mayoría de ellos buscan cosas que no me interesan
religiones que profesan
sus miradas no me pesan…

«Paz, Amor, Libertad, Poesía»

Amigo, Nietzsche, te tengo que decir ahora que matar a dios no es tan fácil. Casi lo logras y  dejaste una estirpe de guerreros del pensamiento. El renacimiento del renacimiento del antropocentrismo, ahora enfocado de una manera más pragmática y creíble que el semidios del siglo XV y XVI.
cuando te das cuanta de todo lo que está pasando a tu alrededor te nace la pequeña planta de revolucionario plantada por la filosofía del siglo pasado. Crees que todo lo que esta pasando pone las cosas a punto de poder hacer la soñada Revolución. Las cosas son más  complicadas que eso. Y es que simplemente siempre pasan cosas como estas, no es que la circunstancias se den para la revolución, es que apenas somos conscientes de la energía cinética de este mundo humano.
«Mujer dominante» es el poema más erótico que he hecho. Algo casi sexual. Y es que ahora le doy la razón a Paz acerca de la metáfora que es el erotismo frente a la sexualidad animal que resulta más compleja.

Gracias a Miguel de Unamuno. Él no me hizo ver el diálogo interno, si no que pude ver la representación en palabras de esto. Es como cuando ya sabes algo y sólo te dan la teoría. Aunque pudiste haberlo desarrollado sin esto se agradece.
… escuela calle que me vio crecer…
…siempre que estoy afuera
se que algo espera
que en este tiempo en el que vivo
la gente hace lo que quiera
esa es la manera
de encontrar supervivencia,
en las calles aunque es difícil
guardo la paciencia
marco la diferencia
y de lo que veo siempre aprendo
cada quien sale y recolecta lo que esta comiendo
busco la calma
con lo que, para mí, es perfecto
cuando busco la calma el micrófono conecto
evito el defecto
esa es mi forma
he aprendido que en este país la gente se conforma
no existen normas
porque la autoridad no te respeta
no sé de quien cuidarme cuando voy por la banqueta
más bien, no me fío ni de la policía, neta
economía aprieta
gente mal interpreta
y la delincuencia no es nada discreta…
 » Escuela Calle»

Nada que pueda perder… (diálogos de Armado con él mismo)

Hace tiempo que extraño a mucha gente. Y es que de repente Gaby me hizo pensar si en verdad eso que llamamos «Amor» en verdad existe o es lo que he estado sospechando por tanto tiempo. Sin embargo, volví a sentir aquello que te dice que no es sólo parte de la evolución en un entorno que nos obliga a preservar la especie. Creo que hemos llegado al punto de convertir eso en un sentimiento verdadero. Aunque no pueda probarlo ahora creo en el Amor.
Y me digo a mi mismo: «Ya sólo te falta creer en dios». Pero no, con el «Amor» tengo de fondo el antropocentrismo  que me dice que existimos y que existo como ser, como persona y como humano.
¡Pinche Sartre!
Y en verdad es que los extraño, pero al mismo tiempo me pregunto si podría concebir una vida  diferente a la que tengo y me gusta. O al menos eso quiero creer. Recuerdo que una de las pocas veces que hablé con ella, muy lejos, me preguntó sobre el día que le diría que me encontraba bien. En ese momento tenía dos cosas por contestarle: «Cuando te vuelva a ver» ó «Es que simplemente soy demasiado realista».
Ahora veo maniquies que te hablan de lo bello de la vida, pero sólo es de su vida. Siempre he dicho que no podemos generalizar y eso es lo que me pasa. Además te dicen: «… y hay que tomar la vida con mucho «POSITIVISMO»…
En verdad creo que eso tipa de la radio no sabe en realidad qué es el Positivismo. Lo peor es que personas así pueden estar frente a un micrófono e influenciar a chicos que tienen hijos de los 14 a los 16 años. Yo lo he visto, no tienes nada que contarme.
Ahora apareces después de tanto tiempo. Eso es lo que pienso de ella y lo que la otra ha pensado de mí. Yo sólo quería decirle a esas dos amistades: «…levántate y camina…» Es que no es tan fácil sacar una amistad de una cueva que ha sido formada por años de olvido, o trato de olvido.
Don Octavio decía que las drogas son necesidad de infinito del hombre. Creo dudar de eso cuando «el Justin» se fue a las tres de la mañana. Ni siquiera yo, que era el más cuerdo en ese cuarto de dos por tres, recuerdo todas las cosas que se había metido. Simplemente con las botellas que habíamos tomado fue suficiente para que todos no perdiéramos de nosotros mismos.
Y es que con los amaneceres en esa zona alta de este gigante de ciudad tuve un reencuentro con la noche, la saludé de nuevo y creí ser parte de ella. En estos benditos tiempos en que la delincuencia descansa y solo vemos iguales (con altos grados de alcohol en la sangre) a nosotros y una que otra persona que va atrabajar medio somnolienta y pensando en que sus niños tienen necesidades.

¡Qué bonito! ¡Un vagabundo! Le voy a tomar una foto y tratar de charlar con él…

Anoche

Templo de poetas
y temerarios en la vida.
Obscuridad que me atrae y corrompe.
Templo de pérdidas
de soñadores de las letras.

La noche me inunda,
soy parte de la noche.

Tiempo de amantes
y de los gatos cazadores.
Luz lunar que me corrompe.
Metamorfosis de los señores
con faz de lujuria patente.

La noche me inunda,
soy parte de la noche.

Cuento de droga
y misterio constante.
Obscuridad que me atrae y corrompe.
Acción de lumbrales en trance
que me toma y me ahoga.

La noche se inunda,

es parte de mi ser. 

Luciérnagas

Y entonces cayó todo el dolor
humano en un alma que ahora me
pertenecía.

Y pensé en aquello, aquel calor
que abrazaba su cuerpo y me
ensombrecía.

Ella dejó de existir
para estar eternamente.

Sacado de «La tumba de la luciérnagas».

Noviembre

Tres mil veces te he oído sentirlo
mientras el fondo del vaso se vuelve medio vacío.
Ella está afuera. Puedo sentirlo.
Ella es azul. Y me ahogo en ese frío.

Hace algún tiempo intento verte a solas,
especialmente cuando te confundo.
Te busco desde el centro del mundo
porque recuerdo verte en las olas.

Mil veces lo divino me toma por el
vientre. En su cuerpo hay hastío.
Mil veces en tu frente le sigo
pero la en prisión azul no cesa el frío.

Ya no puedo ser tu erotómano,
pero me gustaría verte de nuevo.
Yo se que amarte no es sano,
lo que no quiero lo hago luego.

Mil veces tocaré los sentidos
al compás de las tantas veces que sonrío.
No sé si es que están dormidos.
Ella es azul. Su azul fue mío.

No me gustaba tu mente y
me dejó de gustar tu cuerpo.
Yo no soy nada fuerte si
es que puedo repeler tu cerco.

El mil puede tocar ese sentido
y el sentido se convierte en tu azul y frío.
La conciencia helada. Sin sentido.
Ella está afuera, Su azul fue mío.

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